viernes, 9 de marzo de 2012

El Inicio


Callao y Corrientes. Cualquier porteño que se digne a llamar a sí mismo así debería haber pasado al menos unas cien veces por esa esquina. La boca del subte, la librería, el Bauen a la vista, los taxis, los bondis, el ruido, el hollín del smog, el calor abrumador del verano, los privados, tantas sensaciones y recuerdos deberían pasar por cada mente, desde nostalgia hasta una cantidad infinita de holas y chaus que habrán acontecido en dicho lugar.
Pero Él despertó ahí. De ninguna manera reconocía esa intersección. Trató de recordar cómo había llegado ahí. No pudo. Abrió los ojos y la luz lo encandiló, pero al levantar la mirada se notó que el cielo estaba aún oscuro. Tapando con su mano izquierda la luminiscencia que no lo dejaba ver, pudo distinguir pocas estrellas en el cielo.
No sabía cómo había llegado hasta allí, ni estaba seguro de dónde venía. Sólo tenía recuerdos vagos en su interior. Sabía que había pasado demasiado tiempo, 10.000 días. Diez mil días en el fuego es suficiente. En un sitio dónde ninguno de nosotros ha estado ahí realmente. No como él al menos. Y sabía cual era su camino: el camino del héroe, su camino a casa.

3 comentarios:

  1. Muy buena entrada, quién no ha estado una estadía en su propio infierno?
    Me gusta mucho como escribís... Y sí, esa es, hoy en día, una de las tantas esquinas que me duelen, por los recuerdos, por lo que ya no será...
    Gracias por tu comentario.

    Besos!

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  2. Gran esquina la de Callao y Corrientes! Si habré pasado por ahí.
    Un buen comienzo tu entrada, ya veremos que tal sigue..
    Gracias por pasarte por mi blog y dejar tu comentario.
    saludos!

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  3. Que loco, leo esta entrada y me vienen miles de recuerdos... Muy bueno el blog!

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